Migraciones internas e internacionales: implicaciones para el desarrollo de la vida rural

18 julio, 2025

La migración es un fenómeno complejo que genera profundas repercusiones en los migrantes, sus familias que permanecen en los lugares de origen y, en consecuencia, en los entornos emisores y receptores. Aunque las razones que impulsan la migración son diversas, en términos generales pueden resumirse en la búsqueda de oportunidades y recursos que no están disponibles en las comunidades de origen. Uno de los efectos más visibles de la migración tanto en zonas rurales como urbanas y entre países es el desplazamiento de mano de obra, resultado de transformaciones estructurales en el desarrollo socioeconómico.

Al igual que otras formas de movilidad, la migración rural responde a transformaciones de carácter socioeconómico. Según Soto y Saramago (2019), McAuliffe y Triandafyllidou (2021) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM, 2023), los principales factores que determinan la migración interna e internacional en entornos rurales son los siguientes:

  • Pobreza
  • Inseguridad alimentaria
  • Diferencias salariales
  • Oportunidades de empleo
  • Agotamiento de los recursos naturales
  • Violencia
  • Falta de acceso a tierra
  • Mecanización de la agricultura (lo que provoca la migración del excedente de mano de obra)
  • Consecuencias del cambio climático
  • Existencia acumulativa de redes sociales-familiares
  • Edad
  • Género

A pesar de todo, y al ser la pobreza uno de los principales determinantes, es importante señalar que quienes migran no suelen ser los más pobres entre los pobres, sino personas que cuentan con ciertos recursos o activos que les permiten emprender el proyecto migratorio, especialmente en el caso de la migración internacional. En este sentido, aunque comúnmente la migración se asocia con efectos negativos para el desarrollo local (como el despoblamiento o la reducción del capital humano y económico), también puede generar impactos positivos (como las remesas económicas, que son las más visibles por su efecto directo). También existen las remesas sociales, que según Peggy Levitt comprenden ideas, valores, conocimientos y buenas prácticas que los migrantes transfieren a sus comunidades de origen, con lo cual contribuyen al desarrollo social y cultural.

En la República Dominicana esta situación no es diferente. En zonas rurales muchas personas migran, o desean hacerlo, porque perciben falta de oportunidades. Asimismo, las actividades agrícolas que, por lo general, predominan en esas zonas no están bien remuneradas, implican extensas jornadas laborales y no permiten alcanzar el estilo de vida al que se aspira, algo que se evidencia en el estudio de Levitt (2001) De Baní a Boston. Construyendo comunidad a través de fronteras y en la investigación realizada porValdez y Bartolomé (2023) Casa, carro y negocio: la aspiración de migrar en el noreste rural dominicano. Esta realidad también se refleja en la composición de la fuerza laboral rural en provincias como Barahona, San Juan y Valverde, en los principales cultivos, donde la mayoría de los trabajadores son de origen haitiano (ENAGROT, 2022).

Sin embargo, las experiencias documentadas en diversos estudios muestran que, junto con los efectos negativos comúnmente asociados a estos procesos migratorios, también existen impactos positivos. En ese sentido, destacan la creación de asociaciones, el establecimiento de negocios, las donaciones y la participación política de las personas emigradas, los cuales pueden contribuir significativamente al desarrollo de las comunidades de origen.

En el tercer seminario internacional «Redes transnacionales y migración», celebrado en 2023, el panelista Deepak Lamda-Nieves presentó el estudio Empoderamiento y cooperación: asociaciones dominicanas y políticas de desarrollo comunitario transnacional, centrado en una comunidad de Baní, en el cual abordó la siguiente interrogante: ¿la migración conduce al desarrollo?

Esta pregunta no es nueva y ha generado tanto defensores como críticos a lo largo del tiempo. Los primeros la consideran una vía para estimular el envío de remesas, así como la transferencia de conocimientos técnicos e ideas modernas a las comunidades de origen. Los detractores argumentan que fomenta el consumo desmedido, la inversión improductiva y la fuga de cerebros.

Aunque no existe un consenso generalizado al respecto, Lamda-Nieves sostiene que la migración no es un proceso unidireccional. En un mundo cada vez más globalizado, los migrantes entrelazan múltiples geografías y transcienden las fronteras nacionales. Por ello, independientemente de la postura ideológica, con políticas públicas adecuadas, los movimientos migratorios pueden aprovecharse como una herramienta para el desarrollo.

La noción de transnacionalidad ha trascendido el ámbito académico y ha sido adoptada por instituciones multilaterales y Gobiernos de distintas regiones del mundo. Estos han comenzado a abrazar la idea de implementar políticas migratorias transnacionales que incentiven el envío de remesas y la creación de redes de conocimiento transfronterizo, con el potencial de generar impactos positivos en el desarrollo socioeconómico de las comunidades de origen.

La ruralidad y la migración interna en República Dominicana

A partir de los datos del IX Censo de Población y Vivienda se determinó cuáles son las provincias más afectadas por la movilidad interna (gráfico 1). Elías Piña, Ocoa, San Juan, Hato Mayor y El Seibo muestran la mayor tasa de migración interna por cada 1,000 habitantes, es decir, son quienes se movilizan más a lo interno del país. Esta migración ocurre generalmente hacia Santo Domingo u otras áreas cercanas.

Gráfico 1. Tasa de migración interna (% por 1,000 habitantes)

Fuente: Elaboración propia a partir de datos de la ONE (IX censo de población y vivienda).

*Los datos de Hermanas Mirabal corresponden al Censo de 2002.

Según datos proporcionados por el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD), sobre la base de la encuesta ENHOGAR 2018, se calculó el porcentaje de la población ocupada en actividades agrícolas en las diez principales actividades económicas de cada provincia, es decir, donde la agricultura manual representa una de las más importantes fuentes de empleo (gráfico 2). Se observa que, en su mayoría, las provincias donde la agricultura tiene un peso significativo en el mercado laboral coinciden con aquellas que registran los niveles más altos de migración interna (gráfico 1). Ambos datos evidencian que las provincias con una alta participación en actividades del sector primario, característica de las zonas rurales, tienden a registrar mayores tasas de migración interna.

Gráfico 2. Participación (%) de la población ocupada en actividades relacionadas con la agricultura

Fuente: Elaboración propia a partir de datos del MEPyD tomados de Enhogar 2018.

Desde otra perspectiva, al considerar la pobreza general como uno de los factores determinantes de la migración interna, se muestra una tendencia hacia la convergencia en los niveles de pobreza entre las zonas urbanas y rurales (gráfico 3). Sin embargo, se observa que la pobreza sigue siendo persistentemente más alta en las zonas rurales. Esto se evidencia con mayor claridad al analizar la evolución de algunos indicadores de la ENHOGAR entre 2005 y 2022. Por ejemplo, en las zonas rurales se ha registrado un aumento en la proporción de viviendas construidas con concreto, que pasó de 52.1 % en 2005 a 63.9 % en 2022. Asimismo, se observa una disminución en el uso de techos de zinc, que bajó de 81.8 % a 75.2 % en el mismo período. En cuanto al material predominante de los suelos, las viviendas con piso de tierra se redujeron de 7.6 % en 2005 a 4.2 % en 2022. De manera similar, esta tendencia de mejora en los indicadores de pobreza se refleja en aspectos como la fuente de abastecimiento de agua, los servicios sanitarios, el acceso a servicios eléctricos y otros.

Gráfico 3. Evolución del porcentaje de pobreza general, según zona de residencia

Fuente: Elaboración propia a partir de datos de la ONE tomados de la ENCFT.

Si se toma en cuenta que quienes migran no suelen ser los más pobres entre los pobres, podría esperarse que aumente la propensión migratoria, ya sea hacia otras zonas del país o el extranjero, a medida que disminuyen los niveles de pobreza en las zonas rurales.

En consecuencia, se puede inferir que existe una aparente relación positiva entre la concentración de actividades agrícolas y la tasa de migración interna en las distintas provincias. Los efectos de la migración sobre las zonas rurales emisoras presentan características diversas y, a menudo, contrastantes. Según Obi et al. (2020), estos efectos incluyen una alta heterogeneidad, que se traduce en marcadas diferencias entre ganadores y perdedores, entre quienes migran y los familiares que permanecen en las comunidades de origen y quienes no tienen un historial migratorio.

No obstante, las migraciones y sus efectos en las áreas rurales pueden enfocarse desde una perspectiva más positiva. Las remesas tanto económicas como sociales enviadas por familiares migrantes contribuyen a mejorar la situación de quienes permanecen en las comunidades de origen, fortalecen la seguridad alimentaria, permiten la recuperación de tierras y, en muchos casos, facilitan una transición progresiva fuera de la actividad agrícola. En este sentido, el fenómeno migratorio podría ser aprovechado por las políticas públicas como una oportunidad para impulsar y guiar transformaciones estructurales y funcionales en las zonas rurales y, de esa forma, promover un cambio progresivo en el modelo productivo que beneficie a toda la población.

Referencias bibliográficas

Levitt, P. (2001). The transnational villagers. University of California Press.

Lozano W. , Estévez, G., Montero, J., Santana, A. y Molina A. (2024). Mercado de trabajo agrícola e inmigración. Trabajadores agrícolas inmigrantes en los cultivos de arroz, plátano y habichuela en República Dominicana. Instituto Nacional de Migración de la República Dominicana. https://issuu.com/inmrd/docs/mercado_de_trabajo_agri_cola_versio_n_web?fr=xKAE9_zU1NQ

McAuliffe, M. y Triandafyllidou, A. (eds.) 2021. Informe sobre las migraciones en el mundo 2022. Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Ginebra.

Obi, C., Bartolini, F., Brunori, G. & D’Haese, M. (Oct. 2020). How does international migration impact on rural areas in developing countries? A systematic review. Journal of Rural Studies80, 273-290.

OIM (23 de octubre de 2023). Factores que propician la migración internacional. https://emm.iom.int/es/handbooks/contexto-global-de-la-migracion-internacional/factores-que-propician-la-migracion

Soto Baquero, F. y Saramago, A. 2019. Migración y desarrollo rural en América Latina y el Caribe. 2030-Alimentación, agricultura y desarrollo rural en América Latina y el Caribe, 26, Santiago de Chile. FAO.  https://openknowledge.fao.org/items/67d3a947-fa13-4247-8aaf-0675c6ce72bc

Valdez, P., & Bartolomé, R. (2023). Casa, carro y negocio: la aspiración de migrar en el noreste rural dominicano. Instituto Nacional de Migración de la República Dominicana. https://issuu.com/inmrd/docs/inm_libro_cara_carro_y_negocio_web

Laura Méndez

Analista de Investigación