La trata de personas es un crimen transnacional multicausal y de un gran impacto en las víctimas y sus comunidades de entorno. Es una de las más graves violaciones a los derechos humanos, que requiere atención urgente, y una apuesta integral e interdisciplinaria desde el Estado para lograr su erradicación. Pero también es un fenómeno que se cruza de alguna manera con procesos migratorios y se relaciona con las necesidades y deseos de las personas de tener una mejor vida y de acceder a condiciones que les permitan sentirse más seguras. Se presume que, en muchos casos, las situaciones de riesgo y vulnerabilidad se vinculan a decisiones familiares, situaciones socioeconómicas y a la larga tradición migratoria que tienen las colectividades.
Datos y estudios sobre República Dominicana revelan que son las niñas y las mujeres las más afectadas por la trata y que es necesario observar de manera más profunda las desigualdades de género y de acceso a recursos, oportunidades y derechos para estudiar sus causas y continuidades e intervenir eficazmente en su prevención. Por todas estas razones, el Instituto Nacional de Migración (INM RD) se ha dado a la tarea de investigar la complejidad de la trata en la apuesta de que la generación de conocimientos es la base para la toma de decisiones asertivas y efectivas desde las acciones estatales.
Con el apoyo de la Unión Europea, este año se dio curso a un ambicioso proyecto de investigación que reúne varios estudios donde se abordan y articulan poblaciones específicas para tener una comprensión amplia de la problemática. El objetivo principal es contribuir a la mejora de la respuesta gubernamental para la prevención, protección y persecución de la trata internacional de mujeres y niñas dominicanas. El proyecto contempla estudios sobre trata de mujeres dominicanas hacia el exterior, trata de mujeres extranjeras, y niños, niñas y adolescentes extranjeros en República Dominicana, atendiendo a que el país es destino, tránsito y origen de flujos migratorios y que es, en este campo (el de las migraciones) en el que se suceden situaciones de riesgo.
Un equipo internacional de alta especialización llevará adelante la investigación, que en una segunda fase se completará con estudios de caso en lugares de destino; de tal forma, considerar el circuito global de la trata y proponer soluciones en el marco de la cooperación entre Estados. A nivel local, la Dra. Fátima Portorreal lleva adelante la investigación sobre trata de mujeres dominicanas, mientras que la Dra. Tahira Vargas se enfoca en la trata de mujeres extranjeras en República Dominicana. Un tercer equipo nacional se encargará de estudiar lo que ocurre con los niños, niñas y adolescentes en riesgo o en situación de trata.
Estas investigaciones cuentan con la asesoría técnica de la Dra. Ninna Sørensen, experta en transformaciones globales del Instituto Danés de Estudios Internacionales, quien también tiene a su cargo la elaboración del marco analítico y estado del arte para todo el proyecto. El INM RD busca producir información que, con un nuevo abordaje, arroje novedosas propuestas para las políticas públicas a partir del estudio de las zonas grises de un problema caracterizado por su clandestinidad e invisibilidad.
El Gobierno dominicano ha demostrado su compromiso para avanzar en la detención del crimen de la trata a través de su Plan Nacional de Acción contra la Trata de Personas y el Tráfico Ilícito de Migrantes, elaborado por la Comisión Interinstitucional de Combate a la Trata de Personas y el Tráfico Ilícito de Migrantes (CITIM). Precisamente, una versión actualizada del Plan (2017-2020) incluye entre sus desafíos la necesidad de realizar estudios desde el enfoque de derechos humanos y de género. En concreto, en el Eje Estratégico de Prevención, Programa de Investigación Social, se señala el objetivo de “incrementar de forma sistemática y participativa el conocimiento científico sobre las causas, consecuencias, modalidades y tendencias del tráfico ilícito de migrantes y trata interna e internacional de personas”.
El INM RD forma parte activa de este proceso y asume un rol protagónico en el Eje de Prevención, específicamente en los programas de Investigación Social y Sensibilización y Capacitación, con la puesta en marcha de los estudios citados. Además, estos serán un aporte sustancial a la Estrategia Nacional de Desarrollo 2030, que en su objetivo 5.2 apunta a eliminar todas las formas de violencia contra las mujeres y las niñas en los ámbitos público y privado, incluidos la trata, la explotación sexual y otros tipos de explotación, y en su línea de acción 2.3.7.4 orienta “fortalecer mecanismos eficaces de prevención y sanción contra la trata de personas y el tráfico ilícito de migrantes, estableciendo sistemas integrales de atención a las víctimas, especialmente niños, niñas y adolescentes”. Asimismo, contribuirá al cumplimiento de lo establecido en el artículo 41 de la Constitución que dice: “Se prohíben en todas sus formas, la esclavitud, la servidumbre, la trata y el tráfico de personas”.
Rossana Gómez
Analista del Departamento de Investigación y
Estudios Migratorios (DIEM)