Foto: OIM/Archivo
Lunes, 15 Agosto 2016 16:34
Tal como dice el líder espiritual Dalai Lama, “casi todas las cosas buenas nacen de una actitud de aprecio por lo demás.” En tiempos difíciles, es el deber del ser humano crear empatía y compasión por los más vulnerables, enriqueciendo las enseñanzas de ayuda y acompañamiento.
En ese sentido se encuentra la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), principal organización que brinda asistencia humanitaria en el ámbito migratorio a nivel mundial; y a su vez, tiene un papel intergubernamental, trabajando en estrecha colaboración con asociados gubernamentales, intergubernamentales y no gubernamentales. Conocida inicialmente como Comité Intergubernamental Provisional para los Movimientos de Migrantes desde Europa (PICMME), fue creada en 1951 tras el caos y los desplazamientos en Europa occidental consecutivos a la Segunda Guerra Mundial.
De acuerdo a sus representantes en República Dominicana, las actividades de la OIM en materia de asistencia para operaciones de emergencia y posemergencia se centran en cuatro fases de la intervención urgente: mitigación, preparación, respuesta y recuperación. De esta forma las actividades programáticas abarcan el socorro de emergencia, el retorno, la reintegración, el fortalecimiento institucional y la protección de los derechos de las poblaciones afectadas. Asimismo señalan que:
Concretamente, la OIM emprende programas que apoyan el retorno y la reintegración de excombatientes en la vida civil, por ser una parte esencial de la transición entre la situación de conflicto y la paz, al tiempo que ayuda a fomentar la capacidad gubernamental. Cuando corresponde, se integran componentes de apoyo sanitario y psicosocial en las actividades de respuesta multisectoriales. Los programas de la OIM en la etapa consecutiva a la situación de emergencia sirven para colmar la brecha entre el socorro y el desarrollo, puesto que facultan a las comunidades para que participen en la reconstrucción y rehabilitación de las zonas afectadas, por ser uno de los medios para impedir la migración forzosa.
En el marco de la labor que realiza en complejas situaciones de emergencia y en sus empeños para promover las actividades de preparación y de respuesta en caso de desastres, la OIM sigue fomentando la confianza y la concertación con sus asociados mediante el intercambio de información y la realización de ejercicios de simulación a nivel nacional y regional, al tiempo que desarrolla una capacidad de respuesta efectiva.
Asimismo, por medio del Comité Permanente entre Organismos (IASC, por sus siglas en inglés), la OIM apoya las “respuestas conjuntas” que se llevan a cabo en estrecha colaboración con el sistema de las Naciones Unidas y otras organizaciones, teniendo debidamente en cuenta la pericia y los mandatos respectivos. También se cerciora de que sus actividades estén bien coordinadas a través de su participación en el proceso de llamamientos consolidados de las Naciones Unidas, de su función de liderazgo en el grupo temático de gestión y coordinación de campamentos en casos de desastres naturales, y en su calidad de asociado clave en cuestiones de albergue de emergencia, logística, salud, protección y recuperación temprana.
En temas de ayuda humanitaria, en República Dominicana, apoya a la Defensa Civil en la capacitación, en gestión de albergues así como la readecuación de los mismos. Por otro lado, desarrollan su labor con el apoyo de organizaciones de sociedad civil, líderes comunitarios y organizaciones religiosas que mantienen un contacto directo con las personas.
De acuerdo a la OIM uno de los mayores retos en los proyectos sociales es, “lograr la vinculación activa de las comunidades beneficiarias.” A esto la OIM añade que “si las comunidades se involucran de manera activa desde la etapa de planeación de los proyectos que les van a beneficiar, las oportunidades de lograr un alto impacto se incrementan notoriamente, aumentando la sostenibilidad.”
Historia que refleje una ayuda o asistencia humanitaria memorable
En el año 2010, tras el terremoto en Puerto Príncipe, muchas personas abandonaron la capital de Haití para buscar refugio y atención médica en el campo, en casa de familiares y amigos o incluso cruzando la frontera hacia la República Dominicana. Para esta misión en Santo Domingo hubo sin duda varios momentos memorables, entre estos, el caso de Phara una niña con capacidades especiales que debía ser reunida con su familia y quien le robó el corazón a todo el equipo de la OIM. Otro momento fue la distribución de enseres de hogar en Thiotte, en las montañas del sur de Haití, con el apoyo de la Defensa Civil Dominicana y la MINUSTHA. La lluvia marcó esa jornada que ayudó a muchas familias a paliar la carga de la visita inesperada de los familiares de la ciudad.
Por el Día Internacional de la Asistencia Humanitaria, las oficinas de OIM en todo el mundo darán visibilidad a los principios de atención humanitaria de la organización: Humanidad, imparcialidad, neutralidad e independencia, reafirmando el compromiso con estos principios.
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