Un desastre humanitario ocurre cuando un evento humano, económico o ambiental ―normalmente imprevisto― supera la capacidad de una comunidad para enfrentarlo. Estas situaciones de emergencia generan, en muchos casos, violencia, pérdida de vidas, desplazamiento de poblaciones y daños extensos a sociedades y economías.
El número y la escala de estos complejos acontecimientos han aumentado con la proliferación e intensificación de conflictos civiles y naturales a nivel internacional al concebir algunas de las tragedias humanas más inquietantes de las últimas décadas. Por solo citar algunos casos, podríamos nombrar los desplazamientos producidos por la guerra en Siria; las hambrunas en Nigeria, Yemen y Somalia, que han puesto en riesgo de inanición a millones de personas; las consecuencias del cambio climático; la prolongada crisis económica, política y social de Venezuela que ha generado el mayor éxodo del país en toda su historia, entre muchas otras.
Estas apremiantes realidades nos impulsan a pensar sobre la importancia de la asistencia humanitaria que está dirigida a atender las necesidades vitales de todos los afectados en situación de crisis, en especial a las personas con discapacidades, adultos mayores, menores de edad, migrantes, periodistas, mujeres y hombres en estado de vulnerabilidad. En general, todos los civiles atrapados en un conflicto deberían ser protegidos.
Con la intención de reconocer al personal humanitario y a aquellos que perdieron la vida trabajando por dichas causas, la Asamblea General de las Naciones Unidas, como parte de la Resolución A /63/L.49, patrocinada por Suecia sobre el Fortalecimiento de la Coordinación de la Asistencia de Emergencia de las Naciones Unidas, conmemora todos los 19 de agosto desde el año 2009 el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria.
Recordemos que nadie es una isla en sí mismo. Quienes llevan la ayuda necesitan todo el apoyo con el que puedan contar. Debemos exigir a los líderes del mundo que tomen medidas para proteger a los civiles en zonas de conflicto.
Únase a la campaña los civiles #NoSonUnObjetivo militar y comience a ser parte de la solución.
Por Jonathan Palatz Cedeño
Encargado División de Relaciones Internacionales